"La vida es un viaje terapéutico". (Escrito por mi hace poco).
"Observa, mira, no juzgues, vive con intensidad, es un tesoro"...(Otro escrito mio).
En aquel año de 1971, estudiaba mucho. Y la materia de Historia Antigua y Mediaval, la tenía como una de mis predilectas. Habían cuatrimestrales, es decir, se rendía cada cuatro meses todo lo aprendido en ese tiempo. Saqué 10 y 9 en cada uno. Pocos llegaban a esta nota en ese período.
Pero no disfrutaba de nada. Esa es la verdad.
Hasta que viajé a Bariloche, con mi familia y mi tío Ricardo. Ahí pude alegrarme un poquito. Pesqué en el río Limay, caminé entre las piedras, (Y rasguñaba las piedras, como decía Charly,por aquellos años...) Más me sentía triste y desolado. Era el hazmerreir del curso de segundo año del colegio. No podía mirar a una chica. No podia nada. No salia a ningún lado, y me debatia en duelo con el dolor...pero éste me lanzetaba el alma y el corazón, en cada clase con mis compañeros, y la patética indiferencia de los profesores. Me tiraba en la cama, y no podía ni sollozar. Me preguntaba ¿pór qué?. ¿qué hice?. La masturbación me perturbaba más, aún. Me sentía culpable de todo. Sólo recuerdo que Juan, mi amigo de aquellos años, era mi compinche de algunas aventuras.
Con él, atrapábamos murciélagos, -eso me divertía-y los hacíamos fumar. Queríamos construir focos. Ya se vislumbraba en mi un espiritu de investigador, inquieto, amante de la vida, del mismo amor, más me sentia agobiado en un sistema hipócrita e indiferente. No estaba bien con los vecinos. Ellos, me veían como "un bicho raro". Quizas lo era. Pero estos bichos, suelen dar sorpresas gratas. Pero para eso, deberían pasar más de 30 años, amigos. Y pasaron...
El ping-pong lo solía jugar. Si. Qué ping- qué pong, era mi distracción. Ja!Ya empezaba con los recortes de diarios. Empecé con la estación espacial Skylab. Año de 1973. Y también con el humor. Porque tenía una libretita chiquita, con la cual, iba a todos lados, con mis chistes escritos, los cuales, leia. Los anotaba ahi; los coleccionaba. Ustedes saben. Todos hemos coleccionado cosas cuando chicos. Yo, recortes y chistes. Ah....también insectos, piedras...en fin....muchas cosas. Hasta estampillas. Entonces, como les decía, el humor y el cosmos, eran en aquellos años, importantes para mi. Sobre todo,como hermosa forma de escape o de compensación ante tanta tristeza. Suele ocurrir que se empieza asi, con una vocación. Aunque debo admitir, que yo, desde los ochos años miraba al cielo, sin connotaciones del bulling, eh. Mi más grande interés ha sido y es-aún hoy- el cosmos. En todas sus facetas; sobre todo la científica. Por eso, me pasó en 1972 o 1973, algo. Me encontraba en mi patio. Alli, al costado, existía-aún existe, pero ya no vivo alli- una lavandería, donde lavaba mi madre. Miro al cielo, una noche de invierno. Hacia el sur, esta una figura con estrellas, una constelación. En aquel año, leía o habia empezado a leer, ya la Enciclopedia Labor de Astronomía. Ese libro fue el bello instigador, el inspirador, de mi vocación astronómica. Tomo una estilográfica, una llamada birome, y dibujo al costado de la pared, una figura. Le llamo Serpiente de Quetzacoatl. Claro, también leía sobre los Mayas. ¿Saben cuál era la por mi llamada Serpiente? La constelación del Centauro. Alfa y Beta del Centauro. Toliman y Hadar. Alfa, la más cercana y una de las más briilantes del cielo. Siempre recuerdo esta pequeña acécdota personal. Me encontraba solo. Y esto dicho en todos los sentidos. Por mi soledad no comprendida, no asimilada, donde seguia preguntando ¿por qué me molestaban tanto mis compañeros?. ¿por qué?.
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