En 1970, había ganado un torneo con vecinos de mi barrio, de tenis de mesa. Y en 1975, jugaba mucho con amigos y vecinos, como así también eventuales visitas que venían de otro lado. En este año, un día un vecino trajo al campeón de ping-pong sudamericano. Un coreano. ¡Casi le gano!. Me felicitó. Yo tenía una mesa reglamentaria, con paletas,red, y pelotitas. Pero lamentablemente, una noche se mojó por una lluvia intensa, y se nos arruinó. Sin embargo, seguí jugando en otros lugares.
El tenis de mesa lo empecé a jugar en un bar de juegos que se llamaba Linde, y en el cual después se instaló un boliche bailable, llamado El Ciervo. Siempre en la ciudad de San Martín. En aquel sitio, yo jugaba muy ben, pero como no me tenía, fe, lo dejé.Si hubiese continuado, mi vocación pinponera podría haber tenido un gran auge. En fin...
Para fines de los años 70, el tenis de mesa decaía.Pero le hacía a otro deporte, que era el fútbol. Ya peloteaba desde pendejo. Con mi amigo de aquellos años, Ricardo. Era el segundo de él. Metia muchos goles de cabeza; también dribliaba lindo. Los partidos que habían empezado en la famosa "cancha de la iglesia", en un campito detrás de un templo católico, pasaron a jugarse en El Trébol, otro club, y después, en una explanada donde organizaban un templo, los mormones. Uno de estos acólitos, nos invitó a hacer un campeonato. Estoy en el año 1976. Pasaron los años, y seguimos jugando ahi; ya instalado un templo mormón. Hemos jugado en otras canchas,luego. Y por supuesto, en el medio de la calle. ¿Quién no peloteó en el medio de la calzada?. Siempre hay pendejos jugando en la calle. Hoy, no tanto. Juegan a la play-station, o toman cerveza. Como dijo Menotti una vez "hay cada vez menos baldíos".
Lo cierto es que jugué mucho al futbol, y al pin-pong. Algunas veces, al vóley y el handball, en el colegio. También al básquet.
Como juegos de salón me agradó siempre el ajedrez. Empecé a jugar a los 11 o 12 años.No recuerdo quien me enseñó. También a las damas, pero no tanto. Al ajedrez, llegué a jugar muy bien. Casi le gano a un gran campeón, el colega bioquímico de mi padre,Ricardo, de gran talante. También, jugaba con mi amigo Ricardo, que fue mi rival de deportes y juegos.
Al dominó, al tuti-fruti, -juego intelectual-.¿naipes?...la escoba, el culo sucio(aunque las cartas las practique poco), y en mi etapa de novio y casado con mi ex-mujer, el truco, enseñado por mi padre. Sin embargo, no le hago, desde hace mucho.El juego de la oca, era lindo en una época. El estanciero, algunas pocas veces. Y uno que jugué bastante, la generala a los dados.Me gustaban y me gustan los dados. Los juegos de azar,en general, o "en generala".Ja!. A mi madre le decía "la generala"..Ja!. Se imaginan porqué. Je!.
"Yo no creo que Dios juegue al mundo con los dados". (Albert Einstein)
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