Pero la mañana la descubriría varias décadas después.Si fue cierto, que dejé en San Martin, una habitación donde "vivió" la tristeza, la congoja, la desazón, el miedo, el pavor....En el primer piso, se refugiaba todo lo malo que vivía en los setenta y ochenta. En los 90, incluso. La música de Abba, que -extrañamente- me gustaba como si fuera el augurio de un futuro que es hoy, mientras escribo estas lineas, de mis memorias. ABBA, significó el amor de la música bella; de sus dos féminas preciosas, llenas de alegría y nostalgia; Agnetha, con su fulgurante presencia, con su belleza, y Frida, pelirroja hermosa, que con su cuerpo y su ritmo musical, "me alentaban", como diciendo: ya llegarán tiempos mejores, Oscar...
Una mañana, estaba por levantarme. Y eso hice. Pero con una fuerza incontenible, tomé una tiza blanca, y dibujé en el placard marrón que hacía las veces de pizarrón, en un segundo, y de manera perfecta, exacta, todo el mapamundi. En todos sus detalles. Asombroso. Porqué lo hice en un segundo, como guiado por algo o alguien. ¿Qué significó esto?. Como yo estaba con ellos, los extraterrestres, supe que fui influido para hacer un dibujo automático. ¿Objetivo?. Nunca lo supe. Sin embargo, lo hice. Y mi tía Margarita que en ese año pasaba por mi casa, lo vio. Le llamó la atención. Como a mis padres. Nunca supieron cómo pude hacerlo tan bien. Era el planisferio. Como augurando que mi planeta era como una misión. ¿O qué?. ¿Qué quiso decir mi estado alterado? ¿Era algo extraño?. Para mi "esquizofrenia", pudo serlo. Para las teorías transpersonales...¿también?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario