La otra vez, en el año 1985. iba a un congreso de ovnis a Bs As. Y voy al baño del tren. Sale un tipo de mi edad de aquellos años,o menor, y me dice:
--Huaa!...¡la agarré y aqui no más, en cinco minutos!...
La chica iba por el pasillo corriendo. ¿Se imaginan no?...Ja!
Después, en el viaje de vuelta de este mismo recorrido, el tren en Luján...¡descarrila!...Mal, eh. Senti un golpe fuerte, mientras dormia acostado sobre el asiento. Diez vagones tirados al costado.
Pero esto no es lo único, eh. En 1978, iba con el tren a Chivilcoy, pcia de Bs As, a visitar a otro amigo. Solo. En eso...¡trac-trac-traaacc!!..El vagón se balanceaba de un lado al otro. Se movia como el diablo. Huaa....Me desperté, y justo viene el guarda. Ruidos como a piedras. ¡Tac-tacc!!..El tipo toma una cuerda, y lo frena. El vagón donde yo iba, eh, ese mismo, estuvo a punto de encastrarse contra los otros, por la rotura de un eje. Yo me puse debajo, cuando logró detenerse, y lo vi colgando, eh. Si no hacia el llamado con la cuerda....¡no estoy contando esto!....
Cuatro viajes en tres: dos descarrilamientos. 50 por ciento. Media vida perdí. Eh. Fue bravo. No es común. Pero claro, así ha sido mi vida. ¿Será mejor?. ¿Fue mala?. No fue mala, y será mejor, claro. No me siento tan mal,porque muchos la han pasado peor. Así dice el budismo. Siempre hay alguien que la pasa peor. ¿Acaso la vida no es una viaje -y también en tren,eh- donde todos estamos en vagones peligrosos?. Y si miramos bien, podemos gozar de paisajes muy bellos, con una brisa al correr la ventana. ¿La abrimos otra vez?. Tomemos el jilguero que se posa en nuestra mano.
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