Mi primer estado alterado de conciencia, fue catalogado como "psicosis", o cuadro psicótico. ¿Cómo veo esto , 39 años después?. En principio, yo le llamé "demoniomania", debido a mis ideas de que la gente estaba poseida por el diablo. Pero fue algo poco profundo; no tenía obsesión. Yo era muy católico; de misa semanal. El tema de la transpersonalidad, en aquel momento, no se mostraba tanto. Sin embargo, leyendo a Grof, recuerdo que una vez tuve la sensación de "estar viendo a los átomos o partículas subatómicas". Tal lo dicen ellos, como una de las partes que tiene el proceso de transpersonalización. El misticismo es otro de los aspectos. Yo vería tiempo después, ángeles. Y hadas, eh. Fue en la tercera crisis. Y desde ya les digo: son crisis, que significan como dicen los orientales-peligro y oportunidad- No obstante el rótulo que se daría después, en mi mes en el infierno, o sea, internado, como "esquizofrenia", es exagerado. El actual psiquiatra que me atiende se pregunta ¿17 años sin crisis?. Esta enfermedad-dice él- tiene entradas en brotes, de manera cíclica.
¿Cuándo se inicia el estado de emergencia espiritual?. Se destacan dos aspectos: emerger y emergencia.
EMERGER: 1. Las experiencias internas son fluidas, suaves y fáciles de integrar.
EMERGENCIA: 1. Las experiencias son dinámicas, tripidantes y difíciles de integrar.
En 1974 fue una experiencia de "rotura", es decir, un estallido onomatopéyico, como resultado de una presión de cuatro años de bulliying, desde una posición de la psiquiatria tradicional. No obstante, yo en las terapias, no revelé en detalle este aspecto, sino más bien, mi vida en general, desde una óptica freudiana, o conductista para el médico. Para un psicólogo jungiano-por nombrar a este célebre terapeuta- mi inconciente estuvo presionado a escapar, y si -imaginando- me hubiera atendido él, su posición pudo ser: "hace yoga, que te tiren el I ching, camina, fijate en los sueños, segui leyendo de todo, soltáte, exprésate"...Sin embargo, la ignorancia de aquellos años, me medicó con psicofármacos. Resultado: el Tao seguió su camino tortuoso, y recién luego de tres crisis más, se produce la apertura soñada, de empezar a trascender. Este se empezó a vislumbrar en mi tercera crisis, en 1989. Para la cuarta, yo, solito, me metí en un hospital psiquiátrico. ¿No es hora de pararme frontalmente ante la sociedad y decirle -aunque no lo crean o lo entiendan- que mi proceso es de la conciencia cósmica, o de una evolución manifiesta hacia la individuación?. Entonces, ahora viene -y sobre todo desde 2012- otra etapa: EMERGER. Ni siquiera es la primera, eh. Tuve otras, suprimidas por el miedo social y familiar.Pero no me di por vencido. El médico y mi familia, tampoco. ¿Ahora podré continuar mi camino, mi Tao?. Seguro que si.
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