Pero rescato a Roberto. El me fue a ver a mi internación, donde ya no tenía más tinta en la birome..¿no?. Donde la vela-como dije una vez- se me apagaba rápidamente. Donde no tenía más que hacer en este vida. Pero Roberto, me dijo algo que nadie me dijo:
--Adentro del hospital vas a aprender.
La pucha que tuvo razón, eh. Fue dos veces, en el mes de mis "vacaciones". Ja!.Hotel cinco estrellas. O cinco asteroides, mejor. Ja! Otros brillaron por su ausencia. Sin embargo, no que quejo porque yo si he ido a ver a otros pacientes psiquiátricos. Y eso me reconforta. Porque no me he quedado con los brazos cruzados. Fui a ver a Dolores, Lola, la cual es hoy por hoy, mi más grande amiga. Y su esposo, Abel, también lo es, pero en aquel año de mi internación no me conocían. Vi a Adriana, amiga de mi ex-mujer. Y tuve una amiga enorme, que aún conservo: ella. La que vivió conmigo siete años. Marisa. Estuvo en la misma que yo. Pero, un día partió a vivir con su madre. Ya cumplimos nuestra misión de acompañarnos. Hoy es nuevo. Mañana es luz. Será luz. Lo vivido fue lindo. Quince años de conocidos. No serás olvidada.
Un amigo me dijo ahí adentro, algo que no me olvido:
--¿Qué vas a aprender acá adentro?.
Exactamente lo contrario que me dijera Roberto. A éste lo conocía en aquel momento, sólo ocho años. Al segundo, de toda la vida. 30 años.
En la primera etapa de mi bulliying, la crisis inicial, vinieron a verme a mi lecho, tres compañeros que nunca olvidaré: Alberto, Oscar y Santiago. Los dos últimos, ya han fallecido. La vida se los llevó temprano, eh. Como yo creí que me iba tambíén. Y en aquel hospicio. Porque no deseaba vivir más.
Los amigos que rieron conmigo no son muchos. O no lo fueron. Yo supe de risas.Sé de risas. De alegría. Los amigos y amigas de hoy, sólo aparecen de vez en cuando.¿Los tengo?. No lo sé. Dolores, sonrie. Al igual que su marido, Abel. Yo los amo. No dejo de verlos en estos meses.
Quizás tengo vecinos Tuve vecinos. ¿Cuál es mi más grande amigo?. Abel. Mi más grande amiga. Lola. ¿Otro?. Roberto. Porque supo ser sintético, valiente y sencillo. Cuidado, lo último es clave,eh. La vida no es difícil. La hacemos así, nosotros. Es hermosa. Bellísima. Llena de colores. De luz. De naturaleza. De viento y lluvia. De música. Y un amigo que se fue-psiquiatra- me dijo esto: la vida es sencilla. Américo. Reias con facilidad. ¡Cuánto me valoraste, hermano!. Siempre supiste que iba a salir de todas. No te equivocaste. Descansa en paz, porque fuiste el mejor terapeuta. La vida es simple. ¿Acaso no nos damos cuenta?.
Otra que fue novia: Liliana. ¡Fuiste magnífica!. Adriana, también ex-novia: luminosa. Mi primer novia: Silvia, sencilla y dulce. Todas fueron amigas, más que novias. O novias que le dieron algo de dulzor y alegría a mis rispidos y amargos días. Ojalá hoy sean felices. La experiencia con todas ellas, es valiosa. Ninguna vivencia en si misma, es vana. Ninguna. Todo vale. Todo. La vida es un viaje terapéutico...infinito.
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