El doctor A. G. fue uno de los mejores. Recuerdo que me dijo cuando me enamoré de un Edipo-porque se llamaba Cecilia, como mi madre, ja!-
--Oscarcito, uno tiene que luchar por lo que quiere...
Bueno, luché, hasta que Ceci me rebotó mal, y me sentí morir. Pero no la olvido completamente. Claro, fue hace más de 23 años. Sin embargo, lo traigo a colación,por algunos importantes consejos de este psiquiatra. Supo que saldría adelante, y me solía decir "campeón".
Una vez le cuento cómo quería engancharme a una mujer casada, y le conté la anécdota del búho. Creo que ya la conté acá. Entonces,me dice
--Qué bien.No te achicaste a pesar de que tenía marido.
No sé si estaba muy bien, el consejo, pero yo lo destaco como de buena onda. En fin...
Con él hice terapia de grupo. Y me solía preguntar en los años 90
--¿Ahora qué estas vendiendo?.
Me alentaba a vender,para tener algo de dinero, y salir a la calle.
Una vez me dijo acerca de un tema que no recuerdo:
--Bueno, Oscarcito. ¡Etapa superada!...
Solía decirme:
--A una chica tienes que invitarla a tomar una copa....
Con la forma propia de los años 50 o 60. Pues, era del año 35.
Una vez me dijo sobre la fobia:
--Cuando te venga, rajás, a tu casa....
Haciendo hincapié que era muy bravo, y que debia no estar afuera. Sin embargo, me aseguraba qué tenía un motivo. No podía venir de la nada. Pero muchos años después que él murió, siguió rondando mi vida como un fantasma. No podía zafar. Tuvo que venir el hospicio.
Cuando me tocaron los viajes para la revisación médica de la colimba, me llevaba en su peugeot 504,, a la ciudad de Mendoza. Estuve yendo varias semanas. No estaba bien. Me atendia él.
Otra cosa que hacia, era reir de mis chistes. Y a hacer el amor le decia "pinchar".Ja!. Muy buena onda. Aseguraba que la vida era sencilla. No tanto, pero en fin...
Así pasó Américo. En marzo de 1991, tiene un ataque cardíaco, y fallece. No me olvido de su simpatía. Un caballero, un hombre de bien, más allá de alguna que otra equivocación. Empecé con él en 1976, y dejé en 1980. Por un tipo que era loco. Sin dudas. S.D. Un psicótico. Pero al doctor A.G. lo volvii a tener de médico en 1989, y hasta 1991, que muere. Incluso, no nos cobró en esta última etapa. Nos quería. Me quería. Decía: "te tengo mucho afecto". Y lo demostró. Sin dudas.
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