Vivi siempre fue muy querida. Como mis padres. Nunca entre los cuatro tuvimos grandes problemas de convivencia, salvo alguna que otra cosa, no muy importante. Yo, con ella, tuve pocas discusiones. En general, le he hecho caso a sus consejos. Me estuvo diciendo que no quiera cambiar a los viejos. Que la actitud en la vida es muy importante. Que sepa que el miedo no existe. Que sepa esperar. De la fobia, me comentaba:
--Pichi, movete con el terremoto. Junto a él. No te resistas.
Admiró y admira mucho mis conocimientos enciclopédicos y anecdóticos,mi inteigencia y memoria. Suele decir que si no fuera por los nervios, yo podría ir al programa de preguntas y respuestas de Susana Gimenez. Piensa que con el tiempo, puedo lograr todo. Que debo ser paciente y equilibrado, y eso es cuestión de tiempo. Dice que está bien si yo no soy ordenado, pero que no me preocupe. Que vaya pensando tranquilo, y sin apurarme. Dice que soy como mi mamá, o sea "¡llame ya!", como la propaganda de productos que se publicitan por televisión. Ja!. Queremos las cosas, ya. Ella es como mi papá, paciente, y piensa mucho antes de hacer algo. A veces, se toma mucho tiempo en decidir. Yo, en cambio, tomo decisiones rápido. Cuando ,por ejemplo, voy a una tienda. Quizás, porque no me gusta esperar. O las vueltas que hay que dar. Admira mi sentido del humor. Mis chistes, de los cuales se ha reido mucho. Mi comicidad de algunas que otras actuaciones que hice. De mi torpeza, se rie, pero no la dramatiza. Piensa que el dramatizar, está de más. Y he hecho eso, algunas veces. Lo suficiente como para asegurarme que la vida es difícil, pero no un escollo insalvable. "Los problemas tienen solución ", agrega. "Todo tiene una explicación", también dice. Admira cómo sé de astronomia, y de cosmologia. Mis ideas sobre el tiempo. Y mi entusiasmo. Que puedo ser más ordenado, pero que no me apure. Y que sepa que la vida está llena de oportunidades. También, que para un problema, hay muchas salidas a considerar. Sólo hay que estar paciente. Si me viene ansiedad-dice- me detengo, respiro, y luego retomo la acción. Debo estar preparado par enfrentar imprevistos, y saber prevenir. Si hay errores-me comenta- siempre se tienen, y no hay dramas más que enfrentar el problema, con optimismo. Me ha felicitado muchas veces. Sobre todo, por mi valentía en estar en un hospicio, y haber salido indemne. Y con nuevos brios....¿O le parece que no, amigo lector?.
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