--Me gusta eso que dices de "mejor prefiero ser boludo, y no hijo de puta".
O mi amiga Mary que me dijo:
O:
--¡Qué imaginación tienes!
En fin, lo que me caracterizó siempre fue mi capacidad en darme cuenta. Pero también de reconocer los errores y arrepentirme. Porque me daba cuenta de que no me daba cuenta, también. Y asi, sufría. Pero vale la pena sufrir, si luego viene el despertar. Si se logra la apertura de la vida en toda su magnitud. Para estos días, como algunos de ustedes saben, se cumplen 17 años de mi salida del infierno. Estuve un mes en la "sombra",pero no de la cárcel, sino de un hospicio. Alli aprendí que tenía que aprender más. Lo logre,si. Pero queda por hacer. Y por sentir. Porque ¿qué no es la vida sino una madeja de sentimientos?. Si ellos son amados y comprendidos, como a uno mismo, se abre la frontera entre la felicidad y la infelicidad. Comienza un nuevo cielo cuán despertar de un niño grande. No, de un hombre -niño. Un niño que siendo grande, adviene la puerta a la satisfacción de haber cumplido un ciclo de búsqueda, y empezar otro. Un niño que sigue buscando sin embargo, porque la búsqueda no tiene fin. Si éste llega, ¿habremos ingresado a la eternidad o a la nada?. Da igual. Mi niño filosófico tiene ahora otros caminos. ¿No serán siempre con la misma intención?. La de amar, y ser feliz.
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