Yo miraba mucho el cielo, en el patio. Eso me lo contaba mi mamá. Por cierto,algo me acuerdo. Pero la cosa empezó más intensamente con los libros. Una enciclopedia-Labor- que mi padre había comprado, tenía fotos de la galaxia espiral de Andrómeda. Y en esa página, se hallaba la foto de Edwin Hubble, astrofísico del big bang. Estaba adentro del telescopio, del Observatorio de Monte Palomar, en California, Usa. Un gran tubo,y él,sobresalía en la boca de entrada del mismo. Comencé a leer. Ya no me detendría. O si se quiere, sí lo hice, para seguir con los ovnis. Sin dejar el interés que me animaba,porque amaba mucho el cielo y las estrellas. Después diría, -y aún digo.-que los ovnis me robaron tiempo en dedicarme a la astronomía.
En algún momento de los años 70-creo que en 1970 1971-.mi tio Ricardo, me regala el libro de Colin Roman, Secretos del Cosmos.A este libro, lo amé por mucho tiempo. Ya no lo tengo. Pero podría adquirirlo en alguna tienda de libros usados. Es por el valor romántico. Lo lei con fruición. Lo tuve en mi biblioteca por muchos años.
En 1973, hice un gráfico con estrellas,en la pared de la lavandería de mi casa. Vi unas estrellas,e hice un dibujito con una birome. Era lo que le llamé la Serpiente de Quetzacoatl, de los mayas. Luego supe que se trata de Centauro más la Cruz del Sur. Combiné ambas constelaciones.
Más adelante, tuve dos veces, telescopios prestados.Antes, en fines de los sesenta, tuve un telescopio catalejo, bien pequeño. Me lo regalaron mis padres.
Los que me prestaron eran más grandes.Uno de Roberto, y otro de Martín, amigos de los años 70.
Esto es más o menos, algo de mi historia con los astros.
Para ver la de ahora, que es mucho más intensa, y casi digamos "profesional", vean mis otros blogs. En ellos, estoy desarrollando una gran actividad observacional y de estudio, con grupos de amigos, y con varios instrumentos y sobre todo, mi telescopio, de 76 mms, de un buen aumento, y muy útil.
¡Buenos y despejados cielos para todos y todas!
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