Américo, unos de mis psiquiatras de la década de los 70 y 80,me decia que tenía una tendencia a la fantasía. Ya lo creo. Primero con las mujeres,luego con los miedos, mi enfermedad impregnada de una exacerbada imaginación,no me ha dado tregua. No descarto las veleidades, de las cuales se tiñó. Si.Pero es bravo,para uno imaginar un mundo, lleno de fantasia. Es asi. Sin embargo, sigo dando batalla a la fantasía, la cual es una parte de buena,para alimentar mi espíritu, pero por otro lado,tiene su parte bastante complicada. Sea de Dios y el Universo, que tenga su equilibrio, y su buen trabajo.
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