Somos aquellos desconocidos, de la espada blanca. Los que estamos por ahi, sin que nos nombre nadie. Los que amamos sin recervas, y no se acuerdan de nosotros.Los que sin embargo,sostenemos el mundo. Los que sin fama,sin dinero, sin ambición, como "linyeras" de la luz, abrimos puertas a nuestra evolución, y si acaso, la de otros. Los que tenemos música en el alma, a pesar de nuestros estremecimientos.Los que con nuestra espada blanca derribamos ángeles negros del terror. Somos lo que somos. Nadie y todos. Únicos y muy comunes. Comunes como la verdadera felicidad merecida, del canto de los dioses.
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