Cuando la paz se hace presente, sin dudas, uno puede vibrar. Cuando la felicidad se hace palpable, rica, llena de dicha, uno es una especie de Dios, sin mover las estrellas ,pero si teniendolas adentro. Porque siete y ocho de septiembre,(Los 62 años de casados de mis padres...incluso...) pude ver el cielo, en Carina. Ella me hizo sentir pleno. Unico. Lo que yo vivi, no pudo ser explicaco. Ahora, al levantarme de dormir, puedo si, escribir algo. Anoche no supe que me pasaba. Una paz, fuera de toda especie. Algo que nunca vivi en mi vida. Una dicha que no tiene parangón. Sin embargo, se que es el resultado de una lucha sin cuartel, de 45 años....una pelea con mi mismo apoteosica. Una batallla y otro, y otra..y otra..hasta alcanzar el fin de la guerra...El fin?.Quiiza haya que seguir en la contienda. PERO YA NO ES LO MISMO HOY REINA LA DICHA.,
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