Habia ingresado al averno. 38 días. En año 1996, fue muy duro.Muy. Pero sali ileso.Pude subir la escalera al cielo. Por lo menos,no regresé al hospicio, y aprendi a vivir plenamente. Soy feliz. Pudo revertir el proceso tan delicado de mi "enfermedad" o sin comillas. Al final,,pude conocer a Marisa, hacer muchas cosas en calidad y cantidad. Y embarcar en la ciudad de Mendoza. Todo un reto, que superé. Todo un logro venir a vivir a la capital, metropoli regional. ¡SIEMPRE ESTARÉ AGRADECIDO A LA VIDA, DIOS,MARISA, MIS AMIGOS Y YO MISMO!AH, DESDE LUEGO, A MIS QUERIDOS PADRES, QUE SON MUY ANCIANOS Y VIERON YA, MI MEJORIA.
GRACIAS TOTALES!
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