Translate

viernes, 18 de octubre de 2013

LA SACERDOTISA AFRICANISTA. 2 Parte.

En el año 1989, la casa de enfrente de la nuestra, hacia el norte, en nuestro barrio, empezó a ser habitada por alguien. Se decía que mataba animales. Gallinas, y otros. ¿Una bruja?.¿Una hechicera?. No. Era una mujer que practicaba el umbandismo. Religión sincretista, afro-brasileña, que trabaja con sacrificios animales, que, según me dijo la llamada Mai, Silvia, "es para alimento de los santos". Yo supe de esta mujer, y ahí no más me mandé a su casa, para hablar acerca de mis problemas de salud. Hablábamos una o dos veces por semana, mate de por medio. Su esposo también realizaba esta práctica. Tenía tres hijos, y había viajado por varias partes del mundo. Nació, creo que en Córdoba, por el tono de voz, que le escuchaba.
A Silvia le conté algo de mi vida, y me alentó-entre otras cosas -para estudiar astronomía,ya que consideraba que era capaz. Un día me dijo
--Yo a usted(porque no me tuteaba,   a pesar de no tener más de diez años más que yo) lo veo como un lama del Tibet.
(No sé con quien se estaba comunicando. Ja!. ¿Yo, lama?. Debe haber sido por los cordones de mi zapato, más que por el cordón de plata...jaa!). También una tarde me dijo
--Su alma gemela está en Francia. (?).
Otra mas:
--Lo veo en avión viajando a Europa. (No conocí ni Bs As, en esos tiempos).
Hablábamos y en aquel momento, me encontraba "trabajando" en la radio Génesis. Hacia mi programa  "Ovni, un enigma fascinante". Comentaba sobre mi familia y una vez me aseguró que yo hacia viajes astrales, pero no me daba cuenta. Una noche charlaba con ella; le contaba algunos problemas de familia, y me dice
 --Bueno. Me voy a dormir. Lo espero arriba.(?).
En otro día comenta:
--Usted necesita ayuda,porque tiene una "radiación de santo". Tenemos que ajustarle el santo. Le sale poco. (En dinero). En caso contrario, no podrá solucionar  su problema,  eh.
Otra vez
---Veo en su cabeza como rayos, como chispas. (Y si no, quéee?...jaa!).
Me asusté un poco, y hable con mis padres acerca de la posibilidad de hacerme una cura con ella y su marido.Entonces,mis viejos cansados de tanta psiquiatria, accedieron, y los dos vinieron a mi casa, con gallinas para hacer el "trabajo". Estuvieron como cuarenta minutos,haciendo un ritual donde nos hicieron hacer varias cosas, tales como disfrazarnos no recuerdo de qué, e impregnar mi casa y mi habitación de humo, velas, y no sé que más. Hicimos bailes. Nos arrodillamos... Juaa!.  Después con mi viejo hablábamos, y le decía:
---Todavía no se me asentó el santo. ¡No se que espera!..Ja!...
Por lo menos conocí de este tema. ´Porque no pasó nada. A los seis años, yo decidí mi propio ritual: me interné en un hospicio, y san se acabó. ¿No es fino, señora?. Diría el famoso gordo Porcel. Aunque usted no lo crea.De Ripley. En la dimensión desconocida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario